05 noviembre 2006

Manolito Piscinas

Manolito aprovechaba cualquier momento libre para dedicarse en cuerpo y alma a su pasión: nadar.

Nadaba en el mar, nadaba en el lago, nadaba en el río... Y sobretodo, le gustaba nadar en las piscinas municipales.



Manolito vivía en un piso de 30 metros cuadrados en el que había conseguido instalar una piscina prefabricada para poder relajarse con su hobby al llegar a casa. Su mujer le dejó hace tiempo, justo cuando Manolito le cambió el salón por un polideportivo. Dicen los vecinos que huyó con un ex buzo converso, de nombre Juanito Calamar, cuya gran aversión al agua le había llevado a acumular unos bichitos, de los que no sabemos el nombre, entre los dedos de los pies.



Su gran afición por las piscinas municipales le había llevado a mantener un catálogo con la relación de todas las que había visitado. En realidad, toda su vida giraba entorno a estos recintos: Organizaba sus viajes teniendo en cuenta las nuevas aperturas para fijar sus itinerarios, conservaba miles de botecitos con muestras de agua de todas las piscinas en las que había estado, tenía la pared inundada de fotos en las que aparecía sonriente junto a los socorristas, escribía artículos en revistas especializadas (Mundo Crol, Cloro-rin Cloro-rado, Espaldas Mojadas…. ),….

Aquejado de un principio de agorafobia, utilizaba su red de contactos para informarse de cual era el mejor momento para ir a nadar, pues no soportaba hacerlo en piscinas abarrotadas de bañistas. Siempre que podía, intentaba ir antes de que se llenaran de gente

Hace dos semanas, tras llamar a la piscina municipal de Vicálvaro para preguntar a qué hora se llenaba, se personó en las instalaciones a las 3 de la tarde, se dirigió corriendo al trampolín y saltó.



El brutal impacto contra el fondo de la piscina vacía acabó con la vida de Manolito en un segundo.

La recepcionista del club de Vicálvaro, todavía consternada por el suceso, no ha parado de repetir una y otra vez...

-Yo le dije que la piscina se llenaba a las 5. Yo le dije que la piscina se llenaba a las 5. Yo le dije.....

11 comentarios:

Javier Úbeda Fernández dijo...

Descanse en paz, Manolito. Las piscinas del señor son infinitas...

Anónimo dijo...

Asi sea.... Hoy han permanecido todas las piscinas del país a media capacidad en señal de duelo por tan triste suceso y todos los nadadores del mundo han lucido sus Speedo UltraBlack.

Adiós, Manolito....

eomyr dijo...

Curiosa vida la del señor Manolito. Supongo que tanto cloro le acabó afectando el cerebro, eso está cloro.
De todas formas no entiendo su obsesión por estar siempre en remojo. ¿No se llamaría en realidad Manolito Garbanzo?
Por cierto, le agradezco que haya visitado mi casa, pero olvidó sacar la basura al salir.

Anónimo dijo...

Un final declorable para un tipo con una infancia dificil.

De pequeño mamó de una botella de hipoclorito sódico (conocido popularmente como lejía) y ya se sabe lo que ocurre con estas cosas....

Llusilanisa dijo...

Solo existió un ser humano capaz de consumir lejía y seguir tan campante y no fué otro que el difunto actor John Candy.

Aun recuerdo su popular corto: "John Candy en un tonel de lejía", tal como su titulo indica, Candy sumergió su cabeza en un tonel de lejía y dió buena cuenta de los 200 litros de su interior

Fenomenal ser humano sin duda.

Anónimo dijo...

Desde que cayó en la marmita llena de lejía se convirtió en un irreductible actor.... parecido a un jabalí....

Llorá con respeto dijo...

Me ha dado hasta pena Manolito. Pero murió donde hubiera querido, ¿o no?

Te visitaré seguido, saludos!

Anónimo dijo...

¿dónde hubiera querido? ¿en Vicálvaro?

¡Wellcome to Vicálvaro! ¡Santuario de nadadores!

Bañistas de todo el planeta van en peregrinación todos los años a esta población a darse un chapuzón glorioso....

;-)

Anónimo dijo...

No te pillo mucho...mmm...pero por otra parte, como Vicálvaro me encontré con un lugar de Madrid (en pueblos de españa), con un aviso gracioso en la web:"Por las mañanas esta web va más rápido que por las tardes. Es un consejo"

Anónimo dijo...

llorá...

Esa es la cuestión, aunque posiblemente murió dónde quería (una piscina), no fue realmente en la que quería (la de Vicálvaro). Hubiera sido un final mucho más noble perecer en alguna piscina olímpica (p.ej: la de Barcelona), con público aplaudiendo y haciendo la ola....

Llorá con respeto dijo...

Perdón, perdón, perdón, soy una lectora dispersa!! Como no conozco la piscina de Vicálvaro, se vé que se me escapó el nombre en la lectura...no tengo disculpas!!
Manolito merecía más, tenés razón, con gran público, ola, llantos y todo, pobrecito!

(Me hace acordar a Def Con Dos y su "Pánico a una muerte ridícula" :-)

 
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